lunes, 13 de abril de 2009

SEXISMO: Un problema por resolver

Según datos estadísticos de la CEPAL1, apenas un 45,4% de las mujeres mayores de quince años en Chile es económicamente activa (que tiene o está buscando empleo), frente a un 72,9% en los hombres. Y dentro del porcentaje de las que trabajan, aquellas que tienen entre 10 y 12 años de educación cursada (es decir, por lo menos hasta segundo medio) ganan -en promedio -un sueldo que equivale al 68,6% de lo que ganaría un hombre con los mismos años cursados. Con 13 años o más (un año de universidad, o más) la brecha es mayor: el sueldo que recibiría una mujer equivale a poco más de la mitad del que recibiría un hombre.

Un sin fin de datos más podríamos revisar, pero es fácil ver lo que los que ya hemos visto nos dicen, la situación económica de hombres y mujeres es claramente distinta, siendo las últimas las menos beneficiadas. Y si bien la información vista se refiere solo a lo laboral, esta es el reflejo de cómo se piensa no sólo en Chile sino en el mundo. Las circunstancias son similares en muchas otras partes del mundo, por no decir en todas. Los hechos saltan a la vista, desde la forma en que se trata a mujeres como verdaderos objetos sexuales en programas o medios “populares” como Morandé con Compañía o el periódico La Cuarta hasta el simple hecho de llamar “amachadas” a ciertas mujeres o, del lado opuesto, “afeminados” a ciertos hombres. Se suele pensar que hay una forma correcta (o varias) de cómo ser hombre o de cómo ser mujer y de cómo se relacionan ambos géneros. Todo lo que salga de esas formas “correctas” es reprochado o de cierta forma marginalizado. De allí el origen, también, de la homofobia. Otro hecho que ilustra el machismo propio de nuestra sociedad es el femicidio y la violencia hacia la mujer en general. No es casual que cerca del 80% de los agresores a mujeres que han sido vícitmas de violencia en países como Colombia y Bolivia hayan sido personas conocidas de la víctima; o que exista en varios países de Latinoamérica un porcentaje superior al 4% de mujeres que han sido violentadas sexualmente por sus parejas.

El tema es claro: el respeto hacia la mujer es algo que ha sido pisoteado desde hace ya demasiados años como para intentar hacer una aproximación y, a pesar de que haya mutado este indignante trato hacia un género completo, el trato desigual sigue vigente. Hacemos un llamado como personas concientes de esta situación a comenzar a hacer valer la dignidad, hacer frente a cada situación, comentario o actitud denigrante, por mínima que sea.

Más que tomar una posición definida frente a la diversidad de problemas que encierra el tema del machismo en particular y el sexismo en general, este breve artículo pretende ser un llamado de atención. El pequeño espacio que destinamos a este tema no le resta importancia al mismo. Como grupo de personas consideradas parte la clase explotada y opuestas a la explotación misma, también nos oponemos a todo tipo de dominación, sea esta económica, política, social o cultural. Por lo tanto, tomamos la iniciativa de informar y opinar acerca de todos los espacios en los que veamos que se manifiesta. Correr la voz, llamar a la reflexión, a la organización y a la lucha contra todo lo que nos oprime. Luchemos cuando somos oprimidos por el jefe durante el trabajo o a través del robo de la plusvalía, cuando lo somos a través de la pésima educación y el adoctrinamiento tras ésta, cuando seamos oprimidos por nuestro género o por nuestra tendencia sexual, por nuestra raza o lugar de origen, o por aquellos políticos que deciden las reglas que rigen nuestras vidas.

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