domingo, 22 de marzo de 2009

Clase Media: La mentira de los ricos.

Se suele hablar mucho de “clase media”, pero poco se sabe de la real clasificación que se usa para catalogarnos como tales. Lo que si se sabe, es que en chile el 10% de la población gana el 45% aproximadamente de las ganancias de chile, mientras que el 60% apenas tiene menos del 40 % para vivir. Se dice que en chile tenemos un nivel de pobreza del 12% solamente, pero se mide la pobreza por quienes tienen menos de 40 lucas para vivir al mes… Pero si midiéramos la pobreza como en España (para unas cosas somos súper “desarrollados”, pero para otras usamos métodos estadísticos usables en África) el 65% de chile sería pobre o más, ya que el método español es el de declarar pobre a todo aquel que gane menos de la mitad del PIB per capita.

En chile el PIB per capita al mes (2008) es de aproximadamente 520 mil pesos. No por nada chile en una encuesta realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre “igualdad económica” chile obtuvo el puesto 114º, y 126 países participaban.
No existe la clase media de la que hablan en la tele, ya que la diferencia de ingresos que hay entre una pequeña minoría y la gran mayoría es abismal. Los pequeños matices que existen entre la clase trabajadora son mínimos, comparados a la cantidad gigantesca de diferencia que tienen los ricos, con el resto de la población.
Es por eso que el gobierno de la unidad popular tuvo tanto éxito, pues no hacía diferencias. Todo aquel que ganara dinero acosta de su propio trabajo era parte del pueblo y, por lo tanto, era parte de ese proceso de cambio hacia una sociedad donde la igualdad y la justicia eran una realidad cotidiana y no una promesa a muy largo plazo.
El pueblo estaba unido en la lucha, por un sentimiento de identidad que generaba fraternidad pura, el sentimiento de pertenecer a la clase explotada.
¿Por qué la tele, y los distintos medios de comunicación (propiedad de los ricos) dicen que somos clase media? Tras lo señalado la respuesta es obvia, a ellos les conviene que nos sintamos “clase media”, les interesa que sintamos que estamos bien, que tenemos comodidades y que somos “emprendedores”, mientras que cada mes cuesta más llegar hasta el fin. Al sentirnos “clase media” los ricos no se ven como explotadores de nuestro trabajo, pero al sentirnos como clase trabajadora nos ponemos directamente como lo que somos y tenemos la perspectiva para desarrollar una movilización para cambiar este sistema económico.

Es una manipulación muy siniestra, porque no sólo nos hacen sentirnos ajenos a nuestra propia realidad (la pobreza y la explotación), sino que nos hacen sentirnos superiores (aún no sé en qué) a nuestros propios compañeros. Ya que han llegado al descaro de hacer diferencias aún más sutiles. Como la clase media-baja, la clase media-media y la clase media-alta. Es así como la clase media-media y la media-alta no reconocen a sus hermanos y hermanas de clase, al obrero, al campesino, a la empleada, al feriante, al pueblo. Y para rematar, han logrado que muchos de nosotros aspiren a ser parte de la clase de los explotadores, ya que en ellos ven los ideales capitalistas, instaurados por la prensa y la publicidad.
La gente aspira al lujo, al derroche del dinero, a la belleza gringa, a una felicidad material, que se compra y se desecha constantemente, para volver a comprar una mejor, más moderna, según quienes nos manejan.
Es así como es que la clase trabajadora se ha fragmentado y ha perdido su capacidad organizativa para generar cambios.

E.R. - UCh. / S.O.D - V.J.

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